Desde la edad de tres años es sordo y ha usado ese impedimento día con día a lo largo de su vida, como motivación y no como obstáculo para alcanzar sus metas y su sueños desde que era pequeño. Hoy es el fullback titular de los Seattle Seahawks, campeones reinantes de la NFL y poseedores de uno de los juegos terrestres más temidos en la liga.
Dejando a un lado el ser molestado y obviamente abusado desde tan corta edad en la escuela, Coleman empezó a jugar football en la preparatoria y fue UCLA el que vio un talento diferente en el joven jugador. En el Draft del año 2013, su nombre no se escuchó así que firmó con los Minnesota Vikings como agente libre novato, sin embargo, el equipo lo liberó poco después.
Continuó peleando por su sueño, hasta que en Diciembre del mismo año, los Seahawks lo buscaron y para la temporada 2013 logró ser elegido para el roster de 53 jugadores y como ya sabemos, fue parte del equipo campeón del Super Bowl ese año.
Como ha comentado en varias entrevistas, mucha gente lo hizo a un lado debido a esta debilidad, que hoy, es su fuerza y motivación. Aprendió a leer labios y así es como logra entenderse con sus compañeros. Escuchamos mucho los nombres: Manziel, Sam, Allen, Clowney, pero Coleman, trabajando desde atrás de las luces, se ha ganado un lugar en los Seahawks, y otro más en la historia convirtiéndose en el primer jugador ofensivo sordo en la NFL.
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