"A finales del siglo XIX y principios del XX el deporte no estaba reservado a las clases pudientes", dijo Philippe Tétart, historiador y profesor de la Universidad de Maine (Francia) en France Bleu el pasado mes de junio. "Si bien es verdad que la aristocracia y las categorías con alto poder económico son la que empiezan a practicar deportes, antes de la Primera Guerra Mundial el deporte comienza a democratizarse, a masificarse y casi todas las clases sociales se interesan por los diferentes deportes. Hay algunos, como el tenis, que siguen siendo elitistas, marcados por una distinción social, pero no es el caso del fútbol ni del ciclismo que ya no están reservados a clases pudientes".
Tétard acaba de publicar en la editorial francesa La Martinière Los pioneros del deporte, un libro en coedición con la Biblioteca Nacional de Francia, que narra los inicios del deporte desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. El volumen cuenta además con 200 fotografías realizadas entre 1904 y 1915 por la agencia Rol, una de las primeras agencias especializadas en el fotoperiodismo deportivo. Las imágenes muestran la evolución de los distintos deportes, que poco a poco se convierten en auténticos fenómenos de masa. La aparición de periódicos y revistas especializados, así como el perfeccionamiento de las técnicas fotográficas, contribuyen a la popularización del ciclismo, el automovilismo, el fútbol, la natación, el boxeo e incluso las carreras de globos aerostáticos.
"El siglo XIX se caracteriza por la obsesión por la cuantificación, sobre todo por medir la velocidad. Se calcula sin cesar la velocidad de los trenes, de los coches, de las bicicletas. Surgen entonces los primeros logros deportivos", dijo Tétart a France Bleu. Y con ello los primeros héroes. Uno de ellos es el conde Gaston de Chasseloup-Lubat, que en 1898 batió el récord de velocidad terrestre al alcanzar los 63km/hora en un coche eléctrico.
A principios del siglo XX algunos deportes pierden su carácter amateur y empiezan a profesionalizarse. Aparecen entonces eventos deportivos, como el Tour de France, fundado en 1903, que hoy en día siguen siendo legendarios.
Los pioneros del deporte, de Philippe Tétart, Éditions de la Martinière.
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