Hay muchas razones por las que el CrossFit se ha convertido en una de las disciplinas deportivas más populares. Pero, sin lugar a dudas, uno de los motivos por los que atrae a tanta gente distinta es su versatilidad. Todo el mundo puede disfrutar haciendo CrossFit, con independencia de su edad, condición física o experiencia previa en la actividad física y el entrenamiento. Y, por supuesto, cualquiera que se ejercite regularmente en un Box oficial percibirá cambios y progresos en poco tiempo, tanto en su vida diaria como en otras modalidades deportivas.
Si no haces deporte, el CrossFit es la mejor opción para adoptar un estilo de vida saludable y ponerte en forma. Y si ya haces deporte, sea cual sea, hacer CrossFit puede ayudarte a potenciar tu rendimiento.
1. Mejora de fuerza y resistencia
Si practicas baloncesto, rugby o fútbol, sabrás que la fuerza y la resistencia son capacidades físicas determinantes en cualquier competición. Son deportes de contacto, en los que los atletas más fuertes parten con ventaja. En los WODs de CrossFit combinamos el uso de pesos libres con movimientos funcionales, de modo que entrenando con nosotros podrás fortalecer todo tu cuerpo de manera equilibrada. Además, al trabajar en intervalos de alta intensidad, utilizando máquinas como remo, Assault Bike o SkiErg, también ganarás un plus de resistencia y capacidad aeróbica. Es justo lo que necesitas para llegar al momento decisivo con el combustible preciso para rendir al máximo, por ejemplo si practicas ciclismo, remo o running.
2. Desarrollo de agilidad y coordinación
En la mayor parte de entrenamientos de CrossFit deberás cambiar de ejercicio constantemente. En un lapso de pocos segundos puedes saltar al cajón, hacer una dominada y quemar unas cuantas calorías en la máquina, para realizar después levantamientos con barra olímpica o mancuernas. Esto te obligará a exprimir tu coordinación, a armonizar tu vista y el movimiento de tu cuerpo, a reaccionar con rapidez y a ser más ágil. La velocidad física y mental es muy beneficiosa en cualquier deporte, especialmente en aquellos que exigen respuestas instantáneas de forma constante, como el tenis o el pádel.
3. Refuerzo de la estabilidad y el equilibrio
Uno de los aspectos que más sorprende y agrada a quienes empiezan en CrossFit es el fortalecimiento de los músculos estabilizadores y la mejora en el equilibrio general. Esto ocurre porque muchos de los ejercicios que realizamos a diario contribuyen a fortalecer el core y las articulaciones. Además, también buscamos esta clase de mejora en las clases específicas de Mobility & Core, a las que pueden asistir todos los atletas de Lucus CrossFit. Un extra de estabilidad y equilibrio marcará diferencias en tu vida aunque trabajes sentada en una oficina. Y si haces surf, esquí o skateboarding, tu progreso será más significativo todavía.
4. Potencia tu mentalidad
Una cosa es hacer deporte. Otra cosa es competir. Y una tercera, con matices distintos a las dos anteriores, es tener carácter competitivo. Se puede nacer con ese espíritu, pero también se puede entrenar. En CrossFit nos retamos a nosotros mismos cada día. Nos marcamos objetivos y nos esforzamos para alcanzarlos, con el apoyo y el aliento de nuestros compañeros. Si te falta motivación y necesitas alicientes para sentir la competición como un verdadero desafío, pásate por el Box. Aprenderás que es posible disfrutar compitiendo no solo en un partido oficial o en un torneo importante, sino en cualquier entrenamiento.
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